top of page

Astrología Psicológica e Integrativa

Blog

Hero E.png

¿Disfrutas de nuestro contenido?

Si es así, apúntate en nuestra lista de correos para mantenerte actualizado sobre nuestras publicaciones, promociones y eventos. Como regalo, recibirás un cupón de descuento para tu primera sesión. 

NEWSLETTER

2020: Lista de Anti-deseos


Se me hace difícil hacer un recopilatorio del año 2019 sin que se remuevan muchas emociones. He experimentado crudeza, tristeza y una importante sensación de restricción, aunque esto me ha permitido reconocer mi resiliencia y, al mismo tiempo, mi vulnerabilidad, sinceramente estoy agotada. Desde la perspectiva astrológica he podido observar -cuando la vida me lo ha permitido- que los contrastes del trabajo nodal del eje Cancer (Madre, nutrición, raices, comodiddad, estructura,hogar)-Capricornio (Padre, vocación, trabajo, disciplina,exigencia) han sido determinantes este año. Además, como nativa de Capricornio que soy, esto se ha visto potenciado exponencialmente por la profunda exigencia, el control y la sensación de soledad del tránsito de la conjunción Saturno-Plutón en mi signo. En cualquier caso, este es un proceso que continúa en el año que se abre. Seguramente, ocurrirá así para todos los que -como yo- tienen este eje nodal Cancer-Capricornio importante en su carta natal.

Siempre me ha costado conectar con la percepción temporal impuesta por el calendario. Yo no creo que ayer 31 de Diciembre se terminara nada, ni que hoy 1 de enero comenzara nada. Estos “cierres” e “inicios” no dejan de ser marcajes para organizar mejor el tiempo, necesarios pero -según yo- muy poco significativos. Como mucho, un recurso referencial. Pero al tiempo, a la historia y a los ciclos poco les importa los nombres y medidas que nosotros los pequeños humanos ególatras y autocentrados queremos ponerles para seguir convenciéndonos de lo importante que somos y de qué tenemos algún tipo de control.


Desde mi profunda y total humanidad, no tengo ganas de venderme según lo que se espera y decir que “estoy muy agradecida…”. Cada vez me molesta más, esta fijación por mostrarnos siempre optimistas y positivos. Por justificar todo lo que pasa para motivarnos y darle la vuelta y verle el “lado bueno”. Si, es un recurso y muchas veces es un recurso necesario para sobrevivir, extraer significado de lo que nos pasa y poder reformular la narrativa. Sin embargo, a veces también nos niega el poder de estar en un lugar genuino de tristeza, desesperanza, dolor, inquietud, incertidumbre, contactar con una emoción que existe y que puede ser sostenida en vez de negada, evadida o reprimida. Cuándo estamos allí, nos quedamos, admitimos que no estamos bien y somos capaces de observarlo con cuidado y detenimiento podemos empezar a saber qué lo esta causando, que ha venido a decirnos y cómo podemos gestionarlo. Ese es el momento de crecer, de descubrir nuevos recursos personales y reconocernos como amantes acompañantes de nosotros mismos. Allí, también nos damos la oportunidad de mostramos, de pedir y recibir ayuda, de sentirnos amados y sostenidos aún cuando nos sintamos derrotados. Solo en este contexto se abre el espacio para la incondicionalidad.


Así que quizás no, yo hoy no estoy expectante de que este año 2020 va a ser mejor -o peor-, o depositando esperanzas irreales en un nuevo cúmulo de días que continuan y continuarán incesantes hasta el día que no estemos aquí. Estoy realista y presente, que es lo mejor que puedo hacer ahora. Intentando confiar en mis herramientas, abriéndome, llena de miedo pero dispuesta a afrontar todo lo que el devenir del tiempo va traerme, bien sea oportunidades, retos, experiencias, aventuras o bien, rutina, imprevistos estancamiento dolor o problemas, porque enfrentémoslo esa, ni más ni menos, es la vida con todas sus caras.


Si quizás soy cruda, soy dura, soy oscura pero soy honesta y aceptante.


No tengo propuestas, ni recomendaciones, porque creo que es tan diferente y único el camino y las etapas que cada uno de nosotros hemos venido a transitar que me parece una falta de respeto y un exceso de ego creer que yo puedo saber lo que tú, que me lees, puedas necesitar. Así que, de momento solo te ofrezco un espejo donde quizás puedas verte reflejad@ o comfortad@ si hoy, como yo te cuesta comulgar con el positivismo irrealista con el que la sociedad suele embriagarse por estas fechas y apuestas por una verdadera consciencia interior e individual del momento presente, sea lo que sea que este te traiga.


Adicionalmente, espero que tengamos la fortaleza para elegir los caminos, tomar las decisiones y hacer los cambios que nos lleven a una vida cada vez más consecuente con nuestra verdad interior y, antes que nada, el discernimiento para poder alcanzar esta última. En síntesis, ese es mi “deseo” para este y todo el resto de años, días etapas y momentos de mi vida.


123 visualizaciones0 comentarios
bottom of page