Ante la necesidad de generar contenido periódico para este blog, últimamente me he parado mas detenidamente a analizar las tendencias que observo en el marketing digital en el ámbito de la astrología. Y en este sentido, percibo que existe una corriente predominante en "exacerbar" los efectos de los tránsitos astrológicos con lo que pareciera ser una intención de crear un efecto de drama y suspenso constante un: ¿¿Y qué va a pasar ahora???. En definitiva, una expectativa.
Esto me ha hecho reflexionar sobre la aparente necesidad permanente de que "algo" siempre este pasando. No sé si es un fenómeno actual, o una simple necesidad humana que se ha evidenciado exponencialmente gracias a las nuevas tecnologías y el auge, cada vez mayor, de las redes sociales. Sin embargo, creo que también tiene ver con ese anhelo de satisfacción inmediata que tienen las nuevas generaciones y él, cada vez menor entrenamiento de nuestra capacidad estoica. Lo peor de todo, es que parece que esa necesidad de qué "siempre algo este pasando" se traduce a que "mucho pasa" en las redes y poco pasa en la vida real. Personalmente, no creo que fomentar este estado de expectativa permanente sea productivo y es, en todo caso desde mi punto de vista, un tanto engañoso. Además, me atrevería a decir que obedece más a una técnica de enganche a un público más inseguro y vulnerable que a un verdadero deseo de extender el conocimiento y el saber astrológico o la necesidad de profundización interior.
Soy una apasionada de la astrología y estoy consciente de la importancia de los tránsitos. Los tránsitos son el componente dinámico que marcan los ciclos planetarios, estimulan la interacción y generan el movimiento individual y colectivo. Lo que no veo tan claro, es que sea necesario estar cada día o cada semana siguiendo, esperando o consultando los tránsitos para actuar, para tomar decisiones o, peor aún, para tener un chivo expiatorio cósmico de porque pasa esto, o lo otro en mi vida. Siento que este bombardeo constante de cada pequeño cambio que ocurre a nivel astrológico, de algún modo ha frivolizado la visión de los tránsitos y no nos ayuda a realizar un trabajo personal profundo y genuino.
Mi opinión no es una verdad, sé que tod@s tenemos diferentes sistemas de procesar la vida y de aprender. Quizás para algunos, si que les ayuden las constantes actualizaciones de tránsitos. Pero, para mi, cualquier cosa que requiera tanta rapidez e inmediatez peca de superficial y poco duradera. Más aún en el ámbito del auto-conocimiento y el trabajo interior. Los procesos de la psique son lentos y progresivos las verdaderas comprensiones requieren de mucha humildad, quietud, presencia, observación interior, de respetar nuestros procesos y, la mayor parte de las veces, de repetir nuestros errores, para recogernos, perdonarnos y observar nuestra humanidad y acogerla con amor.
En este contexto, creo que lo más adecuado -si se quieren seguir los tránsitos- es hacer una visión general sobre la energía predominante en períodos de tiempo más o menos prolongados (de mínimo dos semanas a un par de meses), para tener indicios del trabajo fundamental que la vida nos va a proponer en una determinada etapa y área. No para controlarlo, si no para saber y entender dónde y como debo abrirme y aceptar, de manera consciente y con la menor resistencia posible, los movimientos que la vida va a proponerme. Osea para cooperar que, en realidad, es lo único que podemos hacer.
Los cambios son progresivos, se construyen, se gestan y lo mismo hace el cosmos.
La decisión de dejar a tu pareja, mudarte de país, de apuntarte a ese nuevo curso o atreverte a empezar tu empresa etc..no es el cambio. Esa decisión es, en realidad, el resultado. El resultado de un millón de pequeñas decisiones y pequeños cambios imperceptibles que fueron ocurriendo muy progresivamente en tu interior todos esos días "normales" y aburridos en los que parecía que "no pasaba nada".
En el cielo, siempre va a estar pasando algo o habrá algo moviéndose, es inevitable. El universo es un ser vivo y, en consecuencia, dinámico pero no todos los movimientos van a ocasionar cambios, ni efectos igual de importantes para tod@s. Además, no tod@s tenemos los suficientes conocimientos de astrología como para saber discernir qué es personalmente importante y que no. Tomemos como ejemplo a mercurio retrogrado: al ser un planeta personal puede que lo notemos individualmente pero, tampoco será para tanto. Puede haber problemas en la comunicación, retrasos en los viajes, errores en documentos etc.. Si, pero también puede haberlos (y los hay) cuando esta directo. Es la vida y, la mayor parte de estos inconvenientes por más molestos que sean, seguramente tendrán solución. Ahora, bien, si soy virgo de sol y, además, soy ascendente géminis, pues igual si debo plantearme prestar especial atención a esa retrogradación, pero porque tiene que ver individualmente conmigo porque es el regente de mi carta. Y, quizás, tenga que prestar más atención a los procesos que estoy experimentando en mis sistemas de pensamiento, creencias e ideas que internamente constituyen mi identidad (sol) y que proyecto a través de mi personalidad (ascendente), que a la posibilidad de que envíe un correo con la dirección errada o que pierda los contactos del móvil.
Creo que quien se tome el trabajo personal en serio, debe pararse en medio de la vorágine de información astrológica actual y preguntarse cuál debe ser el foco en cada momento.
No podemos trabajarlo todo al mismo tiempo y, si te paras un poco a observar, la vida nos va señalando individualmente cual es el área de trabajo para cada etapa.
Porque, si resulta que hoy la luna esta en Aries y parece que lo mejor es que conecte con mi energía de emprendimiento, mi autoafirmación, mi proactividad y que persiga mi deseo, pero al día siguiente el "titular principal" es que Neptuno entra directo en piscis y debo conectar con la empatía, el amor universal y el servicio desinteresado. Hacia donde me posiciono??
Si yo no me conozco, no conozco mi carta, no entiendo mis procesos y, lo más importante, no me escucho reinará la confusión en mi vida. Finalmente, el consumo compulsivo de este tipo de información sin una acción dirigida y orientada a verdaderos cambios, no hace más que engancharme a un "habilitador" con el que me auto-engaño creyendo que estoy "evolucionando, elevando consciencia, quemando karma" y otras palabras de moda, pero la verdad es que -en el mejor escenario- no estoy haciendo nada y en el peor, estoy generando cada vez más insatisfacción.
No todos los tránsitos son igual de importantes para tod@s, ni todos son definitivos, ni traerán cambios radicales a tu vida. Los tránsitos no traerán la excitación que tu no te estes proveyendo, no se llevarán el drama que tu estes creando, no harán que ocurra aquella cosa que estas deseando, si no tomas las decisiones, das los pasos y te ocupas conscientemente de ir identificando poco a poco las creencias y patrones que están generando dichas situaciones.
Lamentablemente, la vida no es una serie, ni un cuento o película. A veces es aburrida, a veces es triste y monótona, a veces no es justa y hay que aprender a tener "resiliencia" y aceptación y simplemente vivirla sin estar enganchado permanentemente a ese círculo vicioso de expectativas que generan una insatisfacción perpetua, profundizando la necesidad de más satisfacción inmediata y el consumo de una nueva expectativa. Porque la astrología y el trabajo personal también pueden convertirse en una adicción o en un entretenimiento.
Si se quieren realizar verdaderos cambios, yo recomiendo hacer, paralelamente al estudio astrológico procesos o trabajos terapéuticos individuales o grupales para experimentar verdaderos resultados. La astrología, al final, te provee de una información muy valiosa pero, si no se integra, no pasa de ser mera información.
Siento mucho si esta opinión ofende a alguien, no es mi intención. Mi intención es simplemente plantear un cuestionamiento y una critica constructiva, tanto para mí misma
-como consumidora y creativa de este rubro- como a todo aquel que quiera reflexionar o participar activamente en este debate.
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