En nuestra #AstroLección de hoy intentaremos definir con palabras a #Neptuno. El arquetipo de lo incognoscible. Símbolo de los sueños, del inconsciente y de la unidad con el todo, este arquetipo se difumina y, al contrario de Saturno, representa todo aquello que escapa al ámbito de lo tangible y lo real. Regente del signo Piscis y la Casa XII tiene especial afinidad con el elemento agua, las profundidades del inconsciente y el mundo emocional.
Neptuno es la disolución de límites y la necesidad de fusión. El estado de no diferenciación del feto en el útero materno. Del éxtasis espiritual de quién se siente unido a toda la creación y de la fuente, a la unidad.
El arquetipo neptuniano nos habla de la expiación, del sacrificio máximo y la entrega a través del amor incondicional y la devoción. Cuando por amor trascendemos el Yo, el sí mismo y nos perdemos en aquello que, a nuestro juicio (o a falta de él), es un fin mayor que nos traspasa a nosotros mismos. En contraposición, también puede encarnar a aquella criatura indefensa y sumamente vulnerable que necesita un redentor, un protector un guía o un maestro para poder hacer frente a las adversidades y a la dureza de la vida real. El salvador y la víctima. El Maestro y el discípulo. El gurú y su seguidor.
De algún modo y cómo señala Liz Greene, Neptuno es la magia, el encantamiento y en este sentido, el encanto ha sido siempre -y continua siendo-, una droga adictiva que puede introducirse en todas las esferas de la vida. Cuando estamos encantados, estamos ciegos, no solo cómo individuos si no como colectivo. En este sentido, Neptuno también es el arte, el cine, el teatro, la poesía, la música y la inspiración todo aquello en lo que nos evadimos y nos hace creer en otra realidad, en la fantasía y la ilusión. Un lugar sin espacio ni tiempo donde todo es posible. Máxima Idealización. Un edén donde vivimos un éxtasis infinito sin principio ni fin. Cualquier tipo de evasión o escape de la realidad obtenido, bien por vías artísticas e inspiradoras o por vías artificiales a través de sustancias químicas, como el alcohol y las drogas estamos hablando del universo neptuniano.
Tras lo mencionado es evidente que los encantamientos de Neptuno en el mundo real pueden tener muchas caras. Estas, se encarnan en diferentes personajes (internos y externos) muy bien conocidos en la realidad. Mencionaremos algunos de ellos siguiendo
lo expuesto por Liz Greene, en su exhaustiva y magistral obra "Neptuno":
- El encanto del amor al ser amado. La base del vínculo es la embriagadora experiencia de una apasionada idealización de la otra persona. Esta manifestación refleja una profunda identificación con una imagen fascinante que sirve como sustituto a un solido sentimiento de uno mismo (Los seguidores de un gurú o maestro/fanatismo a celebridades/vínculos narcicistas). Existe propensión a este tipo de vínculo cuando existen contactos entre Venus - Neptuno, Neptuno en el ascendente o MC junto con configuraciones cómo Sol Saturno, Venus Saturno o Sol-Kiron que sugieren profundos sentimientos de incapacidad personal).
-El encanto del auto sacrificio. Es muy común entre los profesionales de la salud y la sanación, en el mundo religioso y en el ámbito familiar donde un individuo admite y justifica cualquier clase de comportamientos invasores y destructivos en nombre del amor desinteresado ( la “víctima” co-dependiente del adicto, el sufrimiento inflingido en nombre de la devoción religiosa etc..). Estas pueden ser expresiones de aspectos fuertes de Sol-Neptuno, especialmente en una carta dominante de agua o de Neptuno en el ascendente como reflejo de la sensación interna de que no vale la pena cultivar la propia individualidad, en el plano vincular puede ocurrir con aspectos tensos con el resto de planetas de un Neptuno emplazado en la casa 5 o 7.
- El encanto de la creatividad en sí misma, sin expectativa de retribución ni ánimo de lucro (el artista atormentado y pobre que vive por amor al arte). Contactos de Sol-Saturno, Neptuno fuerte en casa 5, Neptuno en Leo.
- El encanto del aislamiento, la soledad y el distanciamiento. El santo que ostenta una superioridad moral y espiritual derivada de aquel que, aún siendo rechazado por el mundo se retira con dignidad, nobleza y coraje. El solitario incomprendido que ejerce una fascinación peculiar por ser un alma atormentada que se siente forastera de esta realidad. (Sol-Neptuno o Saturno Neptuno o Neptuno en signos más introvertidos como Escorpio, Capricornio, Virgo, aspectos importantes entre Saturno y Plutón o emplazamientos en la casa ocho o doce)
-El encanto del conflicto con el objetivo de una justicia y una paz máxima (utopía) donde el neptuniano es el héroe vinculado a la nobleza de una causa, encubriendo la necesidad de justificar su existencia a través de una cruzada particular. (Marte-Neptuno/Sol Neptuno)
En todos ellos, hay consciente e inconscientemente formas de auto-justificación de la propia existencia en un sentimiento de "engrandecimiento" e histrionismo. Una necesidad de ser especial, escogido, espiritual e imprescindible que es realmente mucho más egóica que la simple y humilde aceptación de que como seres humanos, simples mortales comunes y corrientes, tenemos tod@s una necesidad de pertenencia, de admiración y logro que es parte de nuestra naturaleza y que puede ser satisfecha desde un aporte genuino de nuestros talentos a la realidad más que de un anhelo idealizado de divinidad.
Los Dones de Neptuno
Así como la creatividad y la inspiración, la empatía es uno de los más conocidos dones de Neptuno. El increíble poder de identificarse con la psique de otra persona y de convertirse en aquello que el otro secretamente anhela, es uno de los mayores dones artísticos y terapéuticos del temperamento neptuniano. Sin embargo, como suele ocurrir con Neptuno, todo pueden ser trucos y engaños, tanto para el neptuniano como para quienes le rodean. Tal nivel de identificación con las necesidades del otro, puede generar desde una imposibilidad de identificar las propias necesidades, hasta niveles muy altos de manipulación para la consecución de objetivos propios. Que dicho sea de paso, el neptuniano juzgará como herramientas legitimas para la consecución de un bien o una verdad mayor de la cual él resulta único conocedor y portador.
La victimización, la proyección y el narcisismo pueden estar a la orden del día aun cuando ocurra, en muchos casos, de manera inconsciente. El neptuniano muy difícilmente se identificará con impulsos agresivos, egoístas o materialistas como los marciales, leoninos o escorpinianos. Será muchas veces incapaz de ver que tras sus "bondadosas" motivaciones se esconden necesidades primarias y objetivos personales que él quiere anteponer a los de los demás (impulso totalmente legitimo y natural de la naturaleza humana). Con Neptuno, si falta un núcleo esencial de seguridad y sinceridad con uno mismo entonces el don se convierte en un gran riesgo. Como señala Green: "...la identificación con un arquetipo siempre da poder, pero es un poder prestado y, por consiguiente una trampa, y finalmente en el nivel humano puede ser muy destructiva si se ve contaminada por la necesidad de compensar las carencias sufridas en las primeras etapas de vida".
Green lo describe de manera excelsa cuando nos explica que en la casa donde tenemos Neptuno natal: "dejamos de ser individuos para fundirnos en el mar de lo colectivo. Con la apertura de las fronteras individuales tanto puede ocurrir la apertura del corazón como la castración de la voluntad". Debemos observar si en esa esfera , "...en realidad se nos pide un sacrificio concreto o es nuestro anhelo de redención lo que debemos sacrificar antes de empezar a poder distinguir entre nuestras fantasías y la realidad que hay allí afuera".
En definitiva, hablar de Neptuno es hablar de todo y nada, es querer abarcar temas tan amplios y genéricos como la confusión y la ambigüedad, el sacrificio y la redención, el pecado y la expiación, la imaginación y la inspiración, el misticismo y la fusión, la música y la poesía, el exilio y el olvido. Por eso, entrar a observar sin juicio nuestros propios encantos y auto-engaños es un proceso extremadamente complejo. Al ser Neptuno un planeta de movimiento muy lento, compartimos su emplazamiento con muchos individuos, por lo que solo tendrá una especial relevancia en la carta personal en caso que seamos Sol o AC Piscis, que tengamos Neptuno cerca del eje del Fondo de Cielo, Descendente o Medio Cielo o con un aspecto importante con alguno de los planetas personales o con el regente de nuestra carta o signo solar.
Si quieres ahondar en tus propias profundidades neptunianas, con una mirada objetiva para no perderte en la difusión y la niebla, podemos acompañarte a través del análisis de tu carta natal o cualquiera de nuestros servicios.
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