En la cultura occidental, el origen de la teoría de los cuatro elementos se encuentra en los filósofos pre-socráticos y perduraron a través de la Edad Media hasta el Renacimiento, influyendo profundamente en la cultura y el pensamiento europeo. La astrología continúa usando el concepto de los cuatro elementos desde la Antigüedad, aplicando a las técnicas de interpretación y cálculo astrológico los cuatro elementos de la antigüedad griega, en el contexto de la carta natal.
Así, los elementos son: Tierra, Agua, Aire y Fuego. Los primarios, son el fuego y el agua, pues, sin ellos no es posible la existencia de vida y los secundarios, son la tierra y el aire.
Según sus características y propiedades, la teoría de las cuatro raíces de Empédocles (cerca del 450 a.C) los describe el agua como fría y húmeda, la tierra es a la vez seca y fría. El fuego es a la vez caliente y seco y el aire es húmedo y caliente.
Todos los signos pertenecen a alguno de los 4 elementos y su distribución por elementos es la siguiente:
Fuego: Aries, Leo y Sagitario
Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
Aire: Géminis, Libra y Acuario
Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis
Dependiendo de la distribución de los planetas en los signos, siempre alguno de los elementos es predominante en una carta.
Si predomina el FUEGO nos referimos a un sujeto carismático, activo, enérgico y con iniciativa. Se trata de personas activas y dinámicas que se expresan con espontaneidad e iniciativa y de forma autoafirmada, y que responden de forma rápida e intuitiva a nuevas situaciones.
En palabras de Huber: "El fuego tiene una conexión oculta con el yo interior: la chispa divina del corazón que estimula el desarrollo del ser humano hacia la autoconciencia. El fuego actúa como un impulso dinámico hacia el desarrollo. Este fuego de la conciencia fluye a través de los tres signos de fuego. En Aries tiene que ver con la construcción del yo, en Leo con la auto-experimentación y en Sagitario con el desarrollo de la conciencia individual. Cada una de estas cualidades de fuego produce un efecto en el proceso de llegar a ser uno mismo y purifica o trans- forma la conciencia hasta que se convierte en portadora del verdadero yo interno que expresa los tres aspectos creativos de la personalidad: el espíritu en Aries, el alma en Leo y el cuerpo en Sagitario. Ésta es la base del desarrollo del yo en el ser humano por la que consigue ser un reflejo perfecto de los tres tipos de manifestación divina en estos tres mundos".
Si predomina el AGUA, hablamos de alguien sensible, emocional e intuitivo. Su percepción se basa en la intuición y los instintos. Son personas receptivas que se relacionan con las emociones, los sentimientos y la conexión psíquica
La TIERRA nos refiere a la practicidad, consistencia y materialización. Individuos con necesidad de seguridad, estabilidad y concreción. Búsqueda de permanencia y estructura que se manifiesta a través del mundo material, de lo concreto y práctico.
El AIRE nos habla de un nativo racional, mentalmente rápido y que se mueve con facilidad en el mundo de la comunicación y las ideas.Nativos con una gran necesidad de comunicación y de relacionarse. Buscan el intercambio de ideas, de pensamientos o de conocimientos y se mueven en el terreno del intelecto, de la mente y de la lógica.
Si quieres conocer más al respecto, recomendamos consultar el libro: Astrología, psicología y los 4 elementos, de Stephen Arroyo)
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