Planeta regente: Mercurio
Elemento: Aire
Modalidad: Mutable
Arquetipos: El testigo, El perceptor, el cuenta cuentos, el periodista, el comunicador
Cualidades: Transmisión, movilización, diversificación, aprendizaje, intelectualización, relación.
La secuencia zodiacal inicia en Aries, donde nace el impulso primigenio, en Tauro la idea fue vista, aceptada y revestida de sustancia de la naturaleza de deseos, es decir, fue implantada en el cuerpo emocional. Y ahora, en Géminis, esta energía llega a la región etérica: a la mente del ser humano.
Géminis es el encargado del proceso de transmisión. Una de sus caras representa el principio receptivo. Todo se admite, sea material o espiritual, bueno o malo, valioso o sin valor, etc. Todo penetra, pasa por el filtro de la personalidad y se transmite de nuevo al entorno en forma de conocimientos y de cualidades. Géminis es el gran principio de la mediación que se lleva a cabo a través de la cruz mutable, el elemento aire y la agilidad mental de su regente Mercurio -Mensajero de los Dioses y encargado de llevar los mensajes los hombres a la velocidad de la luz-.
Desde una perspectiva más concreta, en Aries aterrizamos, en Tauro nos creamos un espacio y ahora, en Géminis, podemos movernos en este espacio.Como señala Huber, Géminis no puede estarse quieto. Se acerca al objeto más próximo y lo estudia, quiere conocerlo de cerca, saber cómo está construido y de qué está hecho. Su estrategia central es experimentar, y mucho. Curiosidad, inquietud, desagrado por la repetición y la previsibilidad son recursos de los gemelos. Para los gemelos, nunca hay nada estático, ni fijo, ellos van activando procesos y su aspiración es lograr una adaptación dinámica. Para ello, mantienen una predisposición natural a mantener una conciencia despierta y una inteligencia activa para poder recolectar toda la información y los conocimientos que el entorno pueda proveerles.
Además, el signo de géminis es portador de una energía de relación. Al moverse por el espacio que ha descubierto en tauro, geminis encuentra personas y se da cuenta que no esta solo. Los vecinos, los hermanos, los parientes y los conocidos están cerca de nosotros, y cuando nos acercamos a ellos siempre experimentamos y aprendemos algo. De allí, el gran amor a la conversación de géminis. La astrología popular generalmente enfatiza la capacidad de hablar de este signo. Sin embargo, también debe cultivar el amor por la escucha y ser capaz de entender que, normalmente, aprendemos más con la boca cerrada. De la interrelación, no solo podemos aprender algo de los demás, si no que también podemos hallarnos nosotros mismos.
El impulso de transmisión geminiano en el fondo lo que busca es relacionar las oportunidades externas y las necesidades internas. En este sentido, Geminis es un maestro en ver y/o manejar los dos lados de una situación y percibirla como antagonismo, más no como contraposición. Por algo, rige las manos y los brazos, y, en general, las habilidades manuales. Tal como señala Huber, cuando trabajamos o estamos mentalmente activos necesitamos ambas manos y ambas partes de nuestro ser. Exactamente lo mismo ocurre con los opuestos entre individuo y entorno, entre alma y personalidad. Se trata de una cuestión de complemento y de compenetración y géminis, es muy capaz de percibirlo y entenderlo.
Es por ello, que la energía más pura de géminis es de ligereza y no de dogmatismo. Sabe otorgar el mismo valor de complementariedad a la diversidad y a los "opuestos". Una opinión, pensamiento, experiencia método etc..no es mejor, ni peor que otro. Es simplemente, otra opción. Desde este prisma, uno de los objetivos de aprendizaje de géminis es precisamente, incorporar la capacidad de maravillarse con lo externo. La consecución de un sentido de asombro. En la amplitud y diversidad de información que son capaces de percibir y recolectar con total neutralidad, poder también aprender que el universo puede ser increíble, estar colmado de sorpresas y lleno de milagros. Estos nativos deben permitir la confusión, pero entendida esta como una condición psicológica en la que, aquello que nos permitimos experimentar va un paso por delante de lo que ya sabemos. Redescubrir el mundo con nuevos ojos, cómo cuando éramos niños y por primera vez percibíamos la realidad. De hecho, Géminis se describe a menudo como un signo juvenil. Esto porque, lamentablemente, asumimos que la apertura mental, la frescura del pensamiento y la voluntad de sorprenderse son cualidades adolescentes. Sin embargo, estas cualidades no deben limitarse a los primeros años de nadie y mucho menos si su Sol, Luna o Ascendente se encuentran en el signo de los gemelos.
Integrar un poco del espíritu relativizador de los gemelos puede ser muy útil para tod@s, especialmente cuando estamos obstinadamente aferrados a algo, sea una idea, una opinión, el sufrimiento o el aislamiento. Géminis siempre tiene dos o más puntos de vista sobre un determinado asunto y reconoce la diversidad en todas las posibilidades. Un nativo de géminis sabe que nada de lo que ocurre puede ser solamente malo. Intentar contemplar cualquier cosa que nos haya ocurrido desde un punto de vista diferente puede ser de gran ayuda, para encontrar nuevas perspectivas y soluciones. Incluso cuando somos asaltados por dudas sobre nosotros mismos, la energía geminiana nos aligera y amplia nuestra visión para percibir que en todas las cosas puede encontrarse algo positivo y, de esta manera, ayudarnos a restablecer el equilibrio.
Géminis con su mutabilidad y su capacidad de adaptación nos permiten eliminar estados cristalizados, saldar viejas cuentas, corregir errores y empezar de nuevo para poder ver con nuevos ojos los viejos asuntos. De hecho, precisamente esta es según la astrología evolutiva de Steven Forrest, el propósito de cualquier planeta impregnado de la energía de geminis. Según el astrólogo la función psíquica (Identidad/Sol, Emoción/Luna, Comunicación/Mercurio etc..) que se despliega en géminis necesita recibir un "shock"que lo lleve a expandirse y superar su zona de comfort en términos de su descripción elemental de la realidad. Su mantra debe convertirse en “todo lo que veo, es mucho más que eso”. La implicación metafísica es que la parte de una persona afectada por Géminis, en una vida anterior, desarrolló demasiada convicción, claridad y “rectitud”, y por lo tanto se quedó atascada en sus "certezas". Es así, que en esta experiencia la vida pretende, a través de la experiencia de la diversidad y la confusión, flexibilizarte y que encarnes una energía de dispersión.
Sin embargo, esta misma capacidad de cambio y de movimiento constante puede mantenerlo en la superficialidad. Penetrar en la verdadera y profunda esencia de Géminis es difícil -incluso para sí mismo- porque, por una parte puede mostrarse ligero, adaptable y diplomático, y por otra puede sentir una mayor necesidad profundizar en el conocimiento de un modo más astuto e ingenioso y debatirse, entre la mariposa social y el genio incomprendido. De hecho, la propia rapidez mental y de aprendizaje de los procesos geminianos -que es una de sus mayores potencialidades- se torna en una importante limitación, pudiendo originar diferentes formas de ansidedad, trastornos del sistema nervioso y una necesidad desmedida de abarcar más de lo posible. Esto lo puede llevar a tener un estilo de vida segmentado y carente de significado, en el que todo esta en perpetua crisis. Muy habitual es que experimenten FOMO (fear of missing out), cuya traducción al español es "miedo a perderse algo". Esta expresión describe una nueva forma de ansiedad surgida tras la popularización del móvil y las redes sociales, una necesidad compulsiva de estar conectados. El FoMO es la manifestación moderna del típico miedo a la exclusión.
Si observamos de cerca, el principal problema de los gemelos es la dualidad y la multiplicidad. Estos nativos, pueden perderse con gran facilidad en la gran variedad del mundo de las formas. Esto hace que, muchas veces, no sepan apreciar el valor de las cosas, las personas y las ideologías desde su interior. Manejar la velocidad mental inherente a la energía geminiania es un gran reto, en un muy buen símil, Steven Forrest señala que es cómo conducir un Porsche por una carretera de montaña a 150km por hora. Quizás puedas hacerlo, pero solo si tu concentración y tu presencia es plena, total y absoluta. A esa velocidad, la vida no perdona los errores. El mejor consejo para los gemelos es: Detente, respira y lee la letra pequeña. La acumulación sistemática de conocimientos sin un objetivo concreto es un sin sentido, llegado un momento el exceso de información nos desborda y perdemos la capacidad de clasificar y valorar. Contactar con nuestro interior hasta que lo que hemos recopilado madure y produzca su efecto es la respuesta. De este modo, como señala Huber, en Géminis podemos elegir dos formas de conducta: La orientación horizontal en la que el individuo proyecta sus deseos hacia fuera y vive sin ningún tipo de auto-limitación, y la orientación vertical en la que el individuo mira hacia su interior, reconoce lo que necesita y, de forma selectiva, sólo escoge lo que es verdaderamente importante y esencial.
En la orientación horizontal siempre buscamos lo mismo: la confirmación en el mundo externo. Tal como señala Huber, la inseguridad o a la inmadurez interna pueden llevan a Géminis a identificarse con demasiada facilidad con lo que le llega de fuera, es decir, con las impresiones, las opiniones y el saber de otras personas. Cree ser todo eso y, poco a poco, se va distanciando cada vez más de sí mismo. Vive en el llamado «yo aparente», que representa a su otro ser: un ser que debería reconocer como algo que está fuera de su interior y que, a menudo, no tiene nada que ver con su verdadera esencia. En la orientación vertical nos comportamos según lo que hemos constatado en nuestras propias vivencias y experiencias personales. Así, géminis puede iniciar el proceso de distanciarse y liberarse de ese «yo aparente» y permitir que su verdadero yo crezca y resplandezca.
En Géminis, el alineamiento debe producirse horizontal y verticalmente. Con la ayuda y la integración de las cualidades del signo opuesto, Sagitario, llegamos a una síntesis y a una globalidad. Reconocemos a nuestros semejantes en el exterior, pero también elevamos la conciencia verticalmente y recordamos que nuestro yo superior también nos está buscando. La dualidad se convierte en una síntesis fluida porque mediante el encuentro y el alineamiento se produce un intercambio y un contacto. Para alcanzar esta síntesis géminis debe hacer el esfuerzo de retener en el interior las fuerzas que se dirigen hacia fuera y hacia la diversidad. En Géminis la ayuda la encontramos en la confianza y en la seguridad que nos provee sagitario para tener la certeza de que hemos hecho todo lo que debíamos y de que hemos obtenido todo el conocimiento posible para estar preparados para el reconocimiento y para la luz que proviene de nuestro interior.
De este modo, en lugar de orientarnos horizontalmente, lo hacemos verticalmente. Todas las fuerzas que empujaban agitadamente hacia fuera se calman. No necesitamos hacer nada más porque hicimos todo lo que había que hacer y estamos bien preparados. En realidad, el gran principio de transmisión se pone en marcha, como en la respiración, mediante la inhalación y exhalación. Con este ritmo, géminis aprende a escuchar su interior, pero también al entorno. Presta atención a su intuición para estar alerta en el momento justo de la transmisión de energía y de la inspiración, totalmente dispuesto a recibir el conocimiento o el mensaje.
Esta es la cualidad más especial del signo de Géminis: la transmisión de energías espirituales. Géminis es un signo que crea relaciones y que encuentra lo coincidente y lo concordante en los pares de opuestos. Solo al estar en contacto con su fuente interior será útil cómo transmisor y como mediador. Sin embargo, ha de tener presente que el camino a la armonía será través del conflicto. El conflicto surge por la confrontación de los pares de opuestos. Con su gran habilidad para dirigirse mentalmente en cualquier dirección y su capacidad para diferenciar los múltiples contrastes del mundo físico y clasificarlos correctamente, Mercurio, el Mensajero de los Dioses aparece en su verdadera naturaleza y es capaz de relacionar los extremos desde un punto de vista superior.
En definitiva, en Géminis, el individuo espiritualmente orientado puede alcanzar la síntesis de opuestos. La agilidad de Mercurio, cuando incorpora la sabiduría jupiteriana puede desarrollar la capacidad de comprender los extremos y de unirlos de un modo más elevado. Es entonces cuando géminis puede alcanzar la verdadera transfiguración de la personalidad, la que perfecciona la relación entre los dos polos del ser humano: la personalidad y el alma, logrando un estadio de encuentro activo y resolviendo la dualidad a través de una «síntesis fluida».
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